La ciudad de los rascacielos ofrece al turista, otro lugar emblemático, el Edificio CHRYSLER, construido entre 1928 y 1930 con un estilo art decó, es visible desde varios puntos de la ciudad gracias a sus 320 metros de altura. Cuando se construyó, luchaba por ser uno de los edificios más altos de la ciudad, lo que consiguió en un principio gracias a la antena que tiene en su punta (construida en secreto). Sin embargo, ostentó ese récord muy poco tiempo, hasta que se levantó el Edificio Empire State.
Lo más llamativo de este rascacielos se encuentra en la parte superior, unas cabezas de águila que están en la cornisa del piso 61. Un poco más abajo, en el 31, en cada esquina de la cornisa hay una reproducción de una pieza de un Chrysler con unas alas. El impacto visual del edificio reside tanto en la riqueza de las formas como en el empleo de los materiales, en particular las planchas metálicas, que reflejan la luz del sol.
Es el rascacielos preferido por la mayoría de los neoyorquinos y de muchos visitantes.
Nuestros consejos: